El filamento Simpliflex de Grilon3 esta compuesto por un poliuretano termoplástico (PU) modificado para aumentar su dureza y facilitar su impresión. Se caracteriza por su alta flexibilidad y durabilidad en la transformación. En su composición química encontramos que su adaptabilidad se debe a la presencia de secuencias alternas de segmentos duros y blandos, es decir, que variando la proporción de estos segmentos, la dureza y flexibilidad del material también cambia.

Esto afecta a la transparencia de las piezas finales, la suavidad al tacto, o la adherencia de las mismas. En general podemos afirmar que el PU es un polímero muy variado que proporciona una serie de características muy interesante a las piezas. Además, esto supone una oportunidad para la impresión 3D de modelos flexibles. Pero, ¿qué debemos tener en cuenta a la hora de usar Simplifles?

En la industria de fabricación aditiva, este material abre un mundo de posibilidades a distintos mercados, como el del calzado, en la creación de suelas elásticas, o la automoción, para crear neumáticos y amortiguadores. Simpliflex es ideal para piezas de uso final, prototipos funcionales, modelos conceptuales y componentes personalizados. Este tipo de material es muy utilizado, por ejemplo, para producir fundas de teléfonos móviles, ya que permite proteger al dispositivo de golpes y fracturas. Veamos ahora los propiedades más destacadas de este material flexible.

filamento 3d flexible
Gracias a su flexibilidad, el PU se utiliza mucho para fabricar fundas de móviles.

Características del PU en la impresión 3D

En términos de propiedades de estos polímeros, debemos saber que cuentan con multitud de ventajas, como gran resistencia al impacto, al desgaste, a la abrasión y a los cortes. Además, tienen una cohesión de capa bastante avanzada que consigue una homogeneidad mecánica excelente en las piezas fabricadas, haciendo éstas sean isotrópicas. Sin embargo, este tipo de material tiene ciertos límites que debemos conocer. El PU no se adapta bien a los entornos calurosos. Este factor llama la atención ya que, a pesar de tener un rango de trabajo amplio, no soportan las altas temperaturas. Además, los ajustes de impresión deberán variar según la tecnología utilizada y la máquina 3D que poseamos.

A la hora de imprimir las piezas con TPU, mediante FDM, sugerimos aplicar una fina capa de pegamento a la cama de impresión, lo cual facilitará la adhesión del material. También se recomienda que la boquilla de extrusión sea de accionamiento directo y que pueda alcanzar una temperatura de entre 210°C y 235°C para fundir el filamento, aunque dependerá del fabricante. Esto son consejos generales, sin embargo, el éxito del TPU se basará en la configuración de cada impresora 3D y en la calibración adecuada; es por eso que se recomienda realizar pruebas pequeñas con este material antes de poner en marcha impresiones más complejas.

La cohesión de capas permite conseguir una homogeneidad mecánica excelente.