Entre la enorme variedad de aplicaciones de la impresión 3D, una de las que destaca es la relacionada con el área de salud, dentro de la cual se pueden encontrar biomodelos, simuladores y modelos para planificaciones quirúrgicas.
La aparición de esta tecnología potenció a los profesionales de salud y afines al área a capacitarse para incorporarla como herramienta en cada uno de los diferentes campos.
Valeria Ariata, Licenciada en producción de Bioimagenes y emprendedora del sector, nos cuenta que “es una actividad ideal para quienes se desarrollan en esta área ya que tener conocimiento de las imágenes medicas, tanto resonancias como tomografías computadas le aporta mucha calidad al momento de realizar las reconstrucciones tridimensionales.”
Esas reconstrucciones posibilitan más tarde la creación de una malla poligonal que finalmente se materializa gracias a la impresión 3D, razón por la cual la licenciada, rebautizó su tarea como “bíomaker”, un apelativo que une perfectamente el ámbito de la salud con la creciente industria 3D.
En su perfil de Instagram @lambda3dbiomodelos se pueden apreciar varios trabajos que incluyen bíomodelos de pacientes o simuladores anatómicos para docencia.
Las impresiones son realizadas generalmente en PLA por su resistencia en caso de que haya que realizar intervenciones al modelo (como agregar tornillos o fijaciones) y por la gama de colores Grilon3 que permite lograr tonos muy similares a los preparados anatómicos.