Cada vez son más las empresas que confían en la impresión 3D para fabricar zapatillas, como por ejemplo Adidas y Nike. Por esta razón la tecnología se está haciendo más popular en esta industria y esta tendencia no se limita a las grandes empresas, sino también a las pequeñas. Recientemente, el diseñador Nathan Smith presentó las llamadas Parametriks Print 001, unas zapatillas impresas en 3D desarrolladas mediante diseño paramétrico. Este método permite moldear las zapatillas a la medida del usuario para que se adapten perfectamente a la forma del pie. A primera vista, las zapatillas recuerdan al diseño de las populares Crocs, pero el proceso de fabricación y, sobre todo, la comodidad del zapato son el punto diferenciador.
Para desarrollar las deportivas Parametriks Print 001, Nathan Smith afirma que utilizó Grasshopper, un plug-in incluido en el software de modelado 3D Rhinoceros. Y hay una buena razón por la que el diseñador recurrió a este programa. Grasshopper ofrece a sus usuarios la posibilidad de modificar la geometría de los diseños simplemente cambiando los valores de los parámetros. De este modo, una vez que Smith recibe las diferentes medidas y datos del pie de la persona, es capaz de desarrollar un zapato perfectamente adaptado a sus dimensiones.
El proceso de impresión de las zapatillas Parametriks
Para diseñar las deportivas, Nathan Smith recurrió a máquinas basadas en la tecnología SLA y eligió utilizar TPU para el proceso de impresión. Ya utilizado en muchas industrias, este termoplástico tiene la capacidad de ser elástico y muy flexible. Con su estructura de rejilla, la zapatilla tiene un diseño de lo más original y se diferencia de otras zapatillas del mercado, aunque están todavía en fase experimental.
Con este proyecto, el diseñador intenta demostrar que cuando la impresión 3D y el diseño paramétrico se combinan, son capaces de revolucionar los métodos de producción con la capacidad de crear piezas personalizadas para cada individuo y optimizando la cantidad de material utilizado lo cual no solo reduce desperdicios, sino que aumenta la rentabilidad del producto.